lunes, 9 de mayo de 2016

El rol laboral en la inmigracion

Bueno queridos lectores, ni queriendo me sale éste post mas adecuado a mi situación actual. Como siempre, lamento haber tardado tanto en escribir ésta tercera parte de los roles en la inmigración; el motivo ha sido una mudanza a otra ciudad con el consiguiente cambio de empleo. Muebles arriba y abajo, mi perrita todo el día acompañándome extrañada del meneo de los muebles y la ropa... en fin, ya llevo una semana aquí y creo que es hora de exponer qué es importante para mi al desarrollar mi rol laboral en Noruega.

LA FORMACIÓN

En la vida normal y corriente de cualquier persona, uno se forma para lo que le gusta y para lo que desea trabajar. Hay gente que le apasiona la medicina, otros que les apasionan las leyes y estudian derecho, otros que alucinan enseñando y estudian magisterio... Otros son autodidactas en cosas que ni siquiera tienen estudios oficiales y aún así lo aman con locura. Probablemente muchos de los que me leéis actualmente, habéis estudiado algo con pasión para ejercer de ello y, lamentablemente, no habéis encontrado esa oportunidad de realizaros como profesionales que sois.
¿Qué pasa cuando te gusta, por ejemplo, dibujar, y acabas sirviendo cafés en un Starbuks? Pues que te frustras. Que sirves cada café como si fuese un suplicio; y que cada día al levantarte te pesará mas en la cabeza y en tus pensamientos. No es fácil, os lo aseguro, y habrá gente que les suponga un gran esfuerzo y a otras a las que les será imposible ejercer o trabajar en algo que no les gusta. Otros dirán que ésto son solo pamplinadas y tonterias de niño pequeño; y tal vez lo sean para ellos, pero toda opinión es respetable.
Ahora bien, tú que me lees, que no sabes si emigrar de tu pais o no, que hay cosas que te empujan a ellos y otras que te agarran a quedarte; preguntate a ti mismo: ¿Estoy dispuesto a hacer y trabajar de lo que sea hasta llegar a mi meta? - La respuesta que saldrá de tu boca será SI. Estoy dispuesto a fregar platos, a limpiar, a transportar cajas pesadas de un sitio a otro, a cuidar vacas si hace falta... ¡Lo que sea! - Pues bien, yo era de los que pensaba igual, y no... Topé con un trabajo que no me gustaba, que tenía que hacer una tarea que me desagradaba, recibía un trato de la gente completamente denigrante, era además un trabajo peligroso y algunos compañeros acabaron con algún que otro susto. Dos años, dos larguísimos años he estado en esa situación y no se la deseo absolutamente a nadie. Han sido los dos peores años de mi vida, con diferencia. Y mi trabajo afectó a mi vida privada de una manera que jamás pensé; pensé que era una persona fuerte capaz de dejar el trabajo en su sitio y no llevármelo a casa; pero me equivoqué y me hizo sufrir en mi vida familiar.
Estos dos años me he preguntado, prácticamente día tras día: "Eduardo... Tú que te formaste para una cosa, que llevas tantos años estudiando y que te formas día a día de manera autodidacta... ¿Qué cojones haces aquí? ¿Qué mierda te ata a éste trabajo?" - Y es una carga psicológica difícil de sobrellevar.

LA EXPERIENCIA

Otro factor a tener en cuenta es la experiencia laboral que hayamos podido desarrollar en nuestro pais. Podemos ser los mejores en nuestro trabajo y tener muchos años de experiencia, que no nos servirá de nada o casi nada aquí. ¿Eres fontanero con mas de 20 años de experiencia? Bien, aquí las tuberías van al revés (Por poner un ejemplo, no tengo ni pajolera idea de como funciona ni una pajita del McDonalds). ¿Eres electricista? Bien, aquí la normativa es diferente y los cables deben ir por fuera de la pared y no por dentro... No sé que mas ejemplos poneros, pero haceros una idea de que mucho de lo que habeis aprendido, puede que no os sirva a la hora de emigrar.
Yo he trabajado tras un mostrador muchos años, y he intentado día a día atender al mayor número de clientes posibles y ofrecerles todo lo que mi pequeño intelecto me permitía. Intentaba no olvidarme nunca de ofrecerles mas y mas cosas, de ayudarles cuando iban por la tienda y parecían perdidos, etc... Así que me considero un profesional en ese sector; y como profesional que soy, ¿Sabéis lo frustrante que es ir a una tienda y que la persona del mostrador pase de tu cara? ¿Sabéis lo frustrante que es mandar tu CV a una tienda de similares caracteristicas y que te digan que no por el idioma? Y peor aún... ¿Sabéis lo frustrante que es ir a esa tienda meses despues y ver que el empleado nuevo se mueve menos que Espinete en una cama de velcro? Como he dicho antes, he estado dos larguisimos años ejerciendo algo que no me gustaba y, de paso, viendo como gente tenía puestos de trabajo donde mi experiencia hubiese sido fenomenal para esa empresa y, sin embargo, no me querían por no poder hablar el idioma con fluidez.
Pongamos un ejemplo fácil; eres carnicero, haces cortes de carne limpios y sabes donde tienes que cortar para obtener el mejor fileteado de esa pieza de ternera que tienes delante tuya y, decides venir a Noruega a trabajar de lo que sea hasta que aprendes el idioma. Pues bien, trabajas fregando platos en un restaurante por cuatro duros y un día decides ir a que te corten un buen solomillo en la carnicería; ahí ves como hay una persona que coge el cuchillo al reves, desgarra toda la carne por no usar un cuchillo afilado y, además, corta un trozo de hueso y te lo da de regalo con tu solomillo. Pues que quieres que te diga, a mi me darían ganas de saltar el mostrador, darle dos sopapos y enseñarle lo que es un profesional de la carne.

LA EMPRESA

La empresa donde vayas a trabajar es probablemente de las cosas mas importantes cuando buscas / encuentras trabajo en el exterior. El hecho de encontrar una empresa donde te traten bien o mal, puede suponer que tus ganas de emigrar se esfumen y no tengas ganas de volver jamás a pisar estas tierras.
Yo, personalmente, he trabajado en cuatro empresas diferentes aqui en Noruega. Una de ellas fueron 6 meses y mejor ni mencionar el nombre; de hecho, es la única empresa en la que he trabajado en mi vida que NO aparece en mi curriculum. Muchos, cuando les cuento lo que me pasaba en esa empresa, me preguntan: ¿Eran jefes inmigrantes, verdad?, y, lamentablemente, tenía que decir "No, eran noruegos, y los clientes, noruegos...". Luego he estado en otra empresa dos años, una empresa internacional muy grande donde el trato de favor al empleado era casi inexistente. Todo muy buenas palabras, muy buenas caras, pero al final era yo el que pringaba. Lo peor de todo es que, a mi jefe, lo conocí cuando ya llevaba año y medio en la empresa; jamás estuvo en la oficina, jamás se presentó para decir "Hola, soy vuestro jefe". De hecho, me he ido de la empresa después de dos años, y aún no sé qué tarea o tareas desempeñaba "ese jefe". Lo único que supe es que no quería pagar las horas extra que por su incompetencia teníamos que hacer. Así que cambiemos de tema.
Cuando busques empleo en el exterior, asegurate de que la empresa a la que vas a trabajar es grande, tiene empleados que lleven bastantes años allí (Eso quiere decir que están contentos y les tratan bien), que tiene buena solvencia económica, etc... vamos, que busques un sitio donde te ofrezcan una estabilidad a largo plazo.

Un poquito sobre mi...

Como os he dicho, yo acabo de cambiar de empresa y de trabajo. Ahora realizo un trabajo que no solo me gusta, sino que me encanta; un trabajo que disfruto y que me apasiona, un trabajo donde aprendo cada día y donde se me pasan las 8 horas volando. En ésta empresa donde he entrado, que es bastante grande, he conocido a los tres jefes antes de incorporarme al trabajo. El jefe supremo, el rey de los unos, me hizo la última entrevista y me dijo algo que me caló muy hondo "Aunque no esté mucho por la oficina, yo necesito conocer a todos y cada uno de mis empleados" y me hizo sacar una sonrisa, ya que el anterior no dio señales de vida nunca. En mi nueva empresa me ayudan a integrarme en el equipo, me ayudan con las dificultades que tengo con el idioma y me motivan día a día a trabajar en el mejor ambiente posible.

Por eso dije, que ni a posta me hubiese coincidido en el tiempo escribir éste post con un cambio de trabajo que, por supuesto, no tenía previsto. Y he decidido contaros un poco por encima que, tras tres años de estancia en Noruega y dos haciendo un trabajo que no me gustaba, ahora si por fin hago lo que me gusta y me divierto haciéndolo.

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Voy a ser papá... ¡Otra vez!

 Pues si almas de cántaro... ¡Voy a ser papá por segunda vez! ¿Y cómo es eso? Os preguntaréis... Pues bien; Papá pone una semillita en mamá ...